Estilos de liderazgo en los deportes colectivos
Un líder debe caracterizarse por la habilidad para desarrollar una visión que defina y concrete metas que comprometen a todo el equipo, tomando esa visión como un compromiso inalterable. Es importante que el equipo tenga afinidad en cuanto a sus metas, ilusiones y anhelos, para trabajar conjuntamente en lograr los objetivos fijados. Los líderes deben tener esa virtud de saber organizar y simultáneamente ‘seducir’ actitudes que harán más creíbles las metas a lograr.
Es por eso que algunos autores han postulado varios estilos de liderazgo que pueden variar dependiendo de los deberes y responsabilidades asignadas al mismo. De esta manera, el liderazgo en los deportes de conjunto, tanto para los entrenadores como sus líderes de equipo o ‘capitanes’ también puede verse clasificado por estos estilos:
Líder democrático o participativo: es quizá la forma más razonable y humana de dirigir. Cuando se trata de un líder demócrata, hablamos de una persona que se aconseja de los miembros de su equipo, los impulsa a trabajar activamente, a tomar iniciativas, atiende sus opiniones y argumentos, se orienta a la opinión pública, etc. Su herramienta fundamental es utilizar la consulta para practicar el liderazgo. Al desear ser un líder participativo y eficaz, escucha y analiza con profundidad las ideas de su equipo y acepta sus contribuciones siempre que sea posible y práctico.
Líder autócrata: en este estilo de liderazgo, se establece una rigurosa organización del grupo. una disciplina severa, distribuye con precisión los diferentes deberes entre el equipo, al contrario de un líder demócrata, refleja su opinión con superioridad y protagonismo antes de escuchar la del equipo, reconoce únicamente órdenes, asumiendo toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva pero también controla arbitrariamente a su equipo. En pocas palabras, disminuye su intención y acción colectiva.
Líder liberal o anárquico: es el estilo menos eficaz para dirigir y orientar al grupo, ya que lo hace de forma desinteresada o incluso ausente. Se caracteriza por permitir que suceda cualquier cosa con el equipo, carece de iniciativa y exigencias, no insiste, acepta todo tipo de propuestas o ideas planteadas sin analizar objetivamente la más estratégica o conveniente con el fin de evitar enfrentamientos.
Es común notar que muchas personas quieren ser líderes o cuentan con ciertas facultades para hacerlo, sin embargo, es importante manejar parámetros que permitan definir claramente el tipo de líderes que quieren ser, lo ideal es un líder participativo y más cuando se trata de un equipo o grupo deportivo, donde el espíritu competidor se mantiene activo, y en muchas ocasiones los comportamientos y desempeños de los integrantes se ven en gran parte coaccionados por ello.